El último fin de semana mi viejo, Luciana y yo salimos a dejar unas encomiendas muy lejos de casa. Luciana me pidió la cámara y se sentó atrás con el cinturón puesto (el del medio, el menos incómodo). En algún momento lo dudé, era peligroso que Ella estuviera detrás solita tirando fotos, y más en esta ciudad, pero luego pensé en que cualquier razón que pudiera argumentar ya era poderosa. Si algo quería fotografiar Ella era lo que le llamase la atención, además de hacerlo por puro gusto o monería, como se dice: así que mientras yo hacía de imprudente chofer, Ella llenaba de flashes esta ciudad gris.
Razones para volver a escribir
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*Llevaba mucho tiempo en silencio. Sentado frente a una hoja en blanco,
vacío, inerte, cuasi muerto. No había nada más espantoso que sentarse casi
tres hor...
Hace 10 años.
Tal vez nos perderiamos ese enfoque diferente de las cosas...un besos lu cuida a tu hermano
ResponderBorrarReii, los chicos ven cosas que los adultos dejamos cde ver hace mucho, ojalà miràramos el mundo con sus ojos.
ResponderBorrarHermoso como siempre.
Besos lascivos.
Este post lo hizo Luciana, me mataste por messenger Jennifercita. Fue un post vacacional, que no descarto que se repita. Gracias por pasar.
ResponderBorrarpD. Ojala no me roben (pero eso último yo solo lo entiendo).
Tan guapa con las palabras, Lasci querida, pero mi nic es en minusculas, y mi nombre tambien, salvo cuando firmo en los exámenes de la Universidad. Y creo que todos estamos de acuerdo con esa otra percepción de los inocentes del hogar. Vale. Besos.